" No hay nada grande, si no la muerte" Carpet Diem- aprovecha el
día...

LA LITERATURA Y LOS ESTUDIOS LITERARIOS

Relatoría 1, Capítulo I
La intencionalidad del autor es expresar que La Literatura y Los Estudios Literarios, son término bastante distintos, puesto que la primera es creadora de un arte; y la segunda es la ciencia y/o especies de saber o de erudición.
Según el autor, la labor del estudioso literario es” traducir a términos intelectuales su experiencia de la literatura, incorporarla en esquema coherente, que ha de ser racional si ha de ser conocimiento”.
De la literatura se desglosa varias disciplinas, entres ellas está el arte literario, en el que el autor se hace varios interrogantes “¿Cabe hacer tal cosa? Y ¿cómo es posible hacerlo?” las respuestas a estas preguntas las desarrolla seguidamente en su libro “Teoría Literaria”.
Es por esto que para “hacer tal cosa”, es importante emplear métodos desarrollados por las ciencias naturales, transportándolos al estudio de la literatura y alcanzando los ideales científicos generales de objetividad, impersonalidad y certeza.
El autor insiste en darle una significación y un adelanto a la literatura, por esta razón, hace intentos de emplear conceptos biológicos para explicar qué avances y qué importancia tiene la literatura en nuestra historia.
La literatura es el conocimiento fomentado por pocos, y estas escasas personas intentan incorporar su propio saber sobre las cosas por medio del lenguaje literario.
NATURALEZA DE LA LITERATURA

Relatoría 2, Capítulo II

“¿Qué es Literatura? ¿Qué no lo es? ¿Cuál es la naturaleza de la literatura?” parecen ser preguntas factibles a la hora de resolver, pero que a la hora de hacerlo para pocas personas es algo popular e ilustre.
Al hablar de naturaleza, quiere decir que se hablaría del origen de algo, de su historia y de la evolución que tenga, entonces por qué el autor nos muestra a la literatura como un arte importante pero del que poco se habla. El arte que es aplicado año tras año, pero que cuenta con una insuficiencia en su procedencia.
El hombre se ha planteado otros temas de investigación como la historia en aspectos monetarios, sociales, políticos y religiosos, dejando de lado el campo artístico y literario.
Según el autor, la mayor parte de los historias de literatura, son procedidas por filósofos, teólogos políticos, moralistas y científicos, por esto, sería inconcebible que en la historia literaria de la Inglaterra del siglo XVIII no se hablara de Berkeley, Hume, José Butler,Gibbon y a Adam Smith, quienes con su sabiduría y experiencias vividas contribuyeron al arte literario de Inglaterra.
Por otra parte, la intencionalidad del autor y del texto, es que los estudiosos o expertos de la naturaleza y los principiantes, lean grandes obras, y recopilaciones de autores que hayan contribuido con los primeros indicios de la literatura y curiosidades históricas.
Sin embargo, una de las escrituras literarias más representativas en estas personas, es la poesía, producto de un poeta muerto que revive con la poesía, que simboliza y divierte con sus representaciones e ideas sueltas de carácter organizado por medio de la palabra. “Utilizando así la palabra, decimos, la poesía tiene muchas funciones posibles. La primera y la principal es la fidelidad a su propia naturaleza”.
El lenguaje científico es puramente denotativo, puesto que contiene pensamientos en cuanto a la ciencia, contiene un lenguaje emocional y tiende a una correspondencia recìproca entre el signo y la cosa designada; como el signo de las matemáticas o la lógica simbólica.


FUNCIÒN DE LA NATURALEZA
Relatoría 3, Capítulo III


“El grado específico de generalidad o de particularidad varía de obra en obra y de época en época”, cada obra es única e insustituible, no obstante se maneja igual estilo literario, desde las obras de grandes literatos que transmiten conocimiento, hasta las obras de una personal del común que además es un conocimiento que le despierta al lector un gran número de sensaciones, sumergiéndolo en saberes, ocasiones, sucesos y cuestionándolo de sus propios saberes.
Por ende, la literatura es un conocimiento, y es fruto de un autor ardoroso o imparcial, que ha decidido transmitir algo a alguien, y éste algo podría sobrellevar a una función o meramente a ser un texto sin función y sin sentido, sólo un texto que debe ser leído por alguien, y es ahí donde nacen las críticas tanto constructivas como nocivas.
Por otra parte, Thomas Stearns Eliot, poeta, dramaturgo y crítico anglo-estadounidense, que representó una de las cumbres de la poesía en lengua inglesa del siglo XX. En 1948 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. Dice que hay variedad de poesías, pero que debemos atribuirlas a alguna utilidad adecuada, es decir saber con qué fino para qué se está escribiendo este género literario.






TEORÍA, CRÍTICA E HISTORIA LITERARIA
Relatoría 4, Capítulo IV

El autor intenta exponerle al lector sobre los planteamientos que pueden existir en la crítica y en la teoría de historias literarias: “No es posible la crítica ni la historia sin un conjunto de cuestiones, sin un sistema de conceptos, sin puntos de referencia, sin generalizaciones”.

De esta manera, las buenas obras subsisten, sus ediciones son óptimas e inmejorables, sin embargo, la crítica siempre está presente en todas partes, y ésta puede aliviar o aniquilar una obra, con tan sólo una palabra.
Según el autor la historia de la literatura queda reducida a una serie de fragmentos discontinuos e incomprensibles que en última instancia crea una forma más moderada de orientar a todas las personas de la existencia de ideales poéticos contrapuestos como son el clasicismo y el romanticismo, que son dos corrientes filosóficas muy fuertes.
Por otro lado, en la literatura, los historiadores y escritores que han muerto, pueden tener una gran desventaja al hacer olvidados, una obra por mucho que guste es y será una obra de una época con características para su tiempo de laurel, y los nuevos lectores irán en busca de obras que se acoplen mejor a su vida actual, a su diario vivir, a su nueva era con nuevos ideales, nuevos lectores y nuevos autores que buscan atraer e incentivar la lectura por medio de sus escritos modernos.

EL ECLIPSE. AUGUSTO MONTERROSO

Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol
eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.


" Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí"
Esta frase puede tener muchos significados, desde significados filosóficos, hasta religiosos.
A mi ver, puedo decir que es un significado de reflexión, por que vivimos en un mundo lleno de discordias e inconformidades, llevamos una vida miserable, pensando en los demás y en lo que puedan pensar de nosotros. Además por que somos seres muy aferrados al pasado, no dejámos que las cosas que nos sucede en la vida ( buemas- malas) pase como el agua.
Es por esto que relaciono el Dinosaurio como animal representativo del pasado, y el despertar, como una acción que aunque se hace, vuelve a su estado natural que el el mismo DINOSAURIO (PASADO).

EL MODERNISMO

denomina a un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica.

Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu y que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa.

•Características del modernismo

El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:

La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y 1915.
La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.

• Principales autores

El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América. Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han quedado reducidos al ámbito nacional. Un aspecto común fueron los viajes que hicieron, bien por trabajo (muchos fueron diplomáticos), bien por ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores. Darío es, sin lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que entablaron relaciones con escritores españoles.

Algunos autores que participaron de una estética semejante y publicaron en la primera mitad de la década de 1880, como José Martí, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Enrique Gómez Carrillo, Manuel González Prada, José Asunción Silva y Salvador Rueda fueron considerados precursores del modernismo. La crítica actual los considera autores plenamente modernistas.

•Escritores modernistas colombianos

José Asunción Silva.Artículo principal: José Asunción Silva
José Asunción Silva (Bogotá, 1865 - Bogotá, 1896) realizó su educación de forma autodidacta desde que abandonó los estudios en 1878. Viajó a París y vivió en Londres y en Suiza. Se suicidó tras el fracaso del negocio familiar y las consiguientes deudas, la muerte de su hermana y de su abuelo y la pérdida de gran parte de su obra en un naufragio. Su obra poética conocida es, por tanto, escasa, aunque se destaca por su innovación y por su gran contenido modernista. Lo más recordado de su obra son los Nocturnos.

Artículo principal: Guillermo Valencia Castillo
Guillermo Valencia Castillo (Popayán, 1873 - Popayán, 1943), fue un poeta, diplomático y político con una gran trayectoria, quien llegó a ser en dos ocasiones candidato a Presidente de la República de Colombia y ocupá una banca de senador. Hijo de una familia de origen español, se empezó a interesar por la poesía en un colegio de sacerdotes franceses. Viajó a París, donde conoció a Darío. Se convirtió en uno de los más importantes modernistas al publicar Ritos (1899). Años después, su hijo Guillermo León Valencia fue Presidente de Colombia entre 1962 y 1966.


http://es.wikipedia.org/wiki/Modernismo_(literatura_en_espa%C3%B1ol)

CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA. PORFIRIO BARBA JACOB

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonríe.
La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar.

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en abril el campo, que tiembla de pasión:
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
como la entraña obscura de oscuro pedernal:
la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas,
en rútiles monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos...
(¡niñez en el crepúsculo! ¡Lagunas de zafir!)
que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
y hasta las propias penas nos hacen sonreír.

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches lúgubres el llanto del pinar.
El alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.

Mas hay también ¡Oh Tierra! un día... un día... un día...
en que levamos anclas para jamás volver...
Un día en que discurren vientos ineluctables
¡un día en que ya nadie nos puede retener!


TRISTE AMOR
No hay nada grande, nada, sino la Muerte… En vano
querrá un ardiente Numen, tras líricos empeños,
aprisionar la turba de los silfos risueños
o descubrir las líneas de un rostro sobrehumano.

Las cosas son la espuma del tiempo en nuestra mano;
la gloria es eco de una proeza urdida en sueños;
joyeles y palacios de exóticos diseños
son fábrica de niebla, ruido del océano…

Con todo, Cintia mía, en la noche nevada
junto a mi carne lívida tu carne sonrosada…
y un hijo rasgue otrora las brumas del camino.

¡Si es crimen dar renuevos a la materia oscura,
yo purgaré en mí mismo la erótica locura
de dos lobeznos triste que amamantó el Destino!

SOBERBIA

Le pedí un sublime canto que endulzara
mi rudo, monótono y áspero vivir.

El me dio una alondra de rima encantada...
¡Yo quería mil!

Le pedí un ejemplo del ritmo seguro
con que yo pudiera gobernar mi afán.

Me dio un arroyuelo, murmullo nocturno...
¡Yo quería un mar!

Le pedí una hoguera de ardor nunca extinto,
para que a mis sueños prestase calor.

Me dio una luciérnaga de menguado brillo...
¡Yo quería un sol!

Qué vana es la vida, qué inútil mi impulso,
y el verdor edénico, y el azul Abril...

¡Oh sórdido guía del viaje nocturno!
¡Yo quiero morir!

El mono Gramático



El mono gramático, Le singe grammairien, una obra escrita y publicada en el año 1974 por Octavio Paz Lozano, quien es poeta, ensayista y es reverenciado como uno de los magnánimos escritores en el siglo XX.
Es una obra escrita metafóricamente, el cual muestra el recorrido hacia Galta, pero lo hace excesivamente descriptivo, mostrándonos cada detalle de la trayectoria del autor, pero de una forma poética.

La intención del autor era ubicar al lector explícitamente en un tiempo, un lugar, un paisaje, una situación de manera detallada y de cierto modo maneja un estilo en su redacción con términos muy técnicos.

Por otra parte, el autor repetidamente menciona la misma palabra en varias líneas, se podría decir que es una anáfora.”(…Por tanto, no hay que decir ni siempreni nunca, sino casi siempre o casi nunca,…la fijeza (siempre, nunca, casi siempre, casi nunca, etc.)... la fijeza (siempre, nunca, casi siempre, casi nunca, etc.)...es momentánea (siempre, nunca, casi siempre, casi nunca, etc.)La fijeza ...


El mono gramático es una de las grandes metáforas de la creación de todos los tiempos. A través del camino que lleva a Galta, pequeño poblado cercano a Delhi, el poeta va dibujando y descubriendo la imagen de su propia obra para revelar una realidad que explora a través de su relación con el lenguaje: el cuerpo como lenguaje, el lenguaje como cuerpo, el camino como metáfora de la creación, la creación como forma de conocimiento.

A la vez vasta reflexión y poema en prosa, El Mono Gramático es una de las obras más importantes de Octavio Paz. Dos escenarios convergentes —el camino de Galta, en la India, y un jardín de Cambridge— son el punto de partida de una indagación en torno al sentido del lenguaje y sus relaciones con la realidad fenoménica, en torno al juego de secretas correspondencias entre idea y verbo, palabra y percepción, erotismo y conocimiento.

Los mitos cosmogónicos orientales y los arquetipos revelados en el arte romántico —Delacroix— o en el arte de los dementes —Richard Dadd— convergen ocultamente; el budismo tántrico, en cuanto experiencia mística de lo absoluto, se revela afín a la revelación poética. El fulgurante genio expresivo de Paz hace de El Mono Gramático una constelación de signos e imágenes, de presencias fonéticas y semánticas, que estalla con silencioso resplandor en el campo de batalla de la página en blanco.